
Invito a los lectores a pensar este tema:
"El Burro hizo una pausa y apoyándose en un el tronco de un árbol seco reanudó el razonamiento.
–Algo es bueno o es malo, no porque Dios lo acepte o lo prohíba, sino que Dios acepta o prohíbe algo porque aquello es bueno o es malo. Por ejemplo, el adulterio no es malo porque Jesucristo lo dijo, sino que Jesucristo dijo que el adulterio era malo porque trae las consecuencias que todos conocemos.
Y a continuación enfatizó una idea que para él era central, aunque pocas veces dicha: –para el católico no puede haber contradicción entre lo que Dios nos revela y el mundo entendido racionalmente, porque ese mundo es creación del mismo Dios."
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