miércoles, 10 de enero de 2007
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Queridos amigos: Este libro es fruto de varios miles de kilómetros (literalmente caminados por la ciudad y el campo) de reflexión a la luz del programa de teología para laicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, al que tuve el privilegio de asistir como alumno entre los años 1999 y 2002
¿SE PUEDE SER FELIZ? Esta pregunta nos la hacemos todos con bastante frecuencia.
Algunos la buscan en “libros de auto ayuda” que prometen prosperidad y conocimientos que nunca se alcanzan. Otros participan en seudo religiones que solo buscan la satisfacción egocéntrica de sus lideres. La mayoría se conforma con esporádicos momentos de alegría creyendo que eso es a lo mas que se puede aspirar, y finalmente un grupo cada vez mas numeroso pierde la esperanza y se lanza al abismo de la droga.
Sin duda, cuando escribir un libro tarda tanto tiempo como este, los primeros agradecimientos deben ser para la familia porque fueron ellos los que sufrieron mis largas horas junto al computador, y porqué no decirlo, los miles de kilómetros que caminé meditando las diferentes ideas que he tratado de plasmar en él. A mi señora Magdalena y a mis tres hijos, Pedro Pablo, Sebastián y José Manuel que siempre que me animaron a seguir adelante. Muchas gracias.
Nombrar a todos aquellos que, deliverada o no deliveradamente hicieron aportes al libro es imposible, la lista sería interminable por lo que voy a hacer caer esa responsabilidad en tres personas que, sin su cooperación expresa no hubiera sido posible su publicación.
El primero de ellos es Don Antonio Bentué, mi profesor de teología en la Universidad Católica. La extraordinaria lucidez con que me trasmitió los conceptos e ideas, tanto en sus clases como a través de sus libros, fueron los pilares en que cimenté el pensamiento que volqué en este libro. Mas adelante, en este blog les contaré que don Antonio fue para mí la chispa que permitió mi reconversión al Cristianismo.
En segundo lugar quiero agradecer a mi prima, la escritora Ana María del Río. Sin sus sabios concejos este libro sería un engendro sin valor literario alguno. Les debo confesar que me hizo trabajar arduamente para lograr que el libro se transformara en, como dijo mi editora, “una propuesta literaria coherente”. Se lo agradezco de todo corazón.
En tercer lugar quiero nombrar a mi editora, Marisol Vera que, sin yo tener pergamino alguno que mereciera el privilegio de publicar un libro, creyó en mí y se arriesgó a hacerlo, cosa que debo confesar, otras editoriales no quisieron hacer porque era "comercialmente muy riesgoso". Gracias Marisol.
1 comentario:
Estimado Pedro, acabo de recibir el libro el día de ayer, y hoy lo he terminado con un buen sabor de boca. Confieso que daré cuanto antes una segunda leída, sin tanta prisa, y me tomaré el riesgo de hacerte mis comentarios sobre el mismo.
Por ahora, solo comento que tardé varios días tratando de encontrar el libro en México, sin haberlo logrado, y fué precisamente en Buscalibros, que sugiere el mismo blog, quien me los consiguió (7 ejemplares)con largos días de envío y a mi parecer con un costo un tanto elevado 16447,9721 por ejemplar puesto en Guadalajara Jal México). Aún así, vale la pena, solo que no facilita una mayor difusión. Sé que este libro les va a encantar a mis amistades. Por lo que toca a los ejemplares que pedí, fueron a la familia.
Felicidades por el cuento, esperaré información sobre el siguiente. Algo así como compromiso con nosotros los lectores, cuando se hace un buen trabajo.
Salvador Mayorga Mota
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