¿DONDE COMPRAR ESTE LIBRO? LO ENCONTRARAS EN: WWW.BUSCALIBROS.CL

miércoles, 10 de enero de 2007

Capítulo XII

Este fue el ultimo capitulo que incorporé al libro. El tema de "la crucifixión de Cristo para el perdón de los pecados" era un tema que no tenía resuelto.
Me molestaba profundamente que mi Dios, al que yo veía como esencialmente misericordioso, hubiera necesitado un sacrificio tan atroz para perdonarnos. Sencillamente eso no era posible.
Sin embargo subsistía el problema. Los hechos históricos nos dicen que Cristo murió como todos sabemos que lo hizo. Esto significaría que Dios, si no propició expresamente esa forma de morir, al menos permitió que aquello ocurriera, por lo que podríamos decir que "pecó de omisión". Algo no calzaba.
.
Todo empezó a aclararse a mediados del 2004 cuando asistí a una conferencia del padre José María Castillo sj. En esa ocasión explicó aquello que puse en el libro sobre la tradición judicial romana. A partir de allí empecé a investigar mas profundamente el tema y descubrí, en primer lugar, que los evangelios no decían nada al respecto. No explican porqué Jesús murió como murió y solo relatan los acontecimientos que ocurrieron sin darle un sentido especifico a una muerte tan atroz. Luego recorrí los otros textos del Nuevo Testamento encontrándome con la sorpresa que existen en ellos, incluso en las cartas de Pablo, múltiples interpretaciones diferentes al hecho de que Cristo haya muerto en la cruz. Después de caminar mucho el tema, llegué a la conclusión de que Pablo y Pedro ocuparon en sus cartas el ejemplo de la cruz para reforzar las ideas que querían expresar, pero en ningún caso quisieron hacer una especie de "opinión jurídica" sobre la cruz, como se desprende, a primera vista, de la afirmación que estamos analizando.
.
Sin duda alguna que la interpretación que hago de la cruz es una interpretación absolutamente personal y que tiene que ver con los signos de los tiempos (me refiero a los tiempos actuales). Hoy en día nos violenta el sufrimiento del inocente mas que en la antigüedad. (Aunque hay que reconocer que es un tema importante en el A.T. que lo trata, entre otros en Job). Pero la gran riqueza de la vida de Jesús es precisamente esa, se pueden sacar de ella las enseñanzas que se necesitan de acuerdo a las preguntas existenciales que surgen en las diferentes culturas y épocas.
Quizás es ésta la razón por la cual Jesús no escribió nada y prefirió que sea su propia vida el mensaje de salvación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reflexión muy clara, que Dios lo bendiga