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Es razonable asumir que, sea cual fuere la imagen de Dios que tengamos, ésta va a ser parcial. Es lógico aceptar que no se puede conocer a Dios en toda su dimensión. Sin embargo creo que no solo es licito, si no que es necesario intentar saber cuál es la relación que tiene Dios con nosotros y desde ahí es desde donde se debe comenzar el análisis de la cuestión.
Para el cristiano la mejor forma de resolver esta duda es recurriendo a los evangelios que, si bien no tienen como objeto central mostrar “el rostro de Dios”, podemos deducir algunas ideas básicas de cómo es El.
Es por lo tanto, desde mi lectura de los evangelios que hago la propuesta que se resume en la frase final de este capitulo: “sin duda Dios es más que un padre y también es más que una madre, pero la mayor virtud que tiene es el amor incondicional que nos profesa, y esa es la característica con la que se distingue siempre a las madres”
2 comentarios:
Hoy escuche este capítulo y me dejó muy pensativo.
Felicitaciones
En este día de las Madres, esta reflexión engrandece mi imagen de Dios.
Felicidades por su labor al compartir en este medio.
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